Desde la infancia he tenido un alto interés por las matemáticas y por los idiomas, pero fue durante el bachillerato cuando también logró cautivarme la física. Es por ello por lo que finalmente decidí estudiar la carrera de Ingeniería Industrial, completando mis estudios de 2005 a 2010 en ICAI, Universidad Pontificia Comillas de Madrid.
En cuarto de carrera estuve de intercambio con el programa Erasmus en la Technische Universität Darmstadt, Alemania. Mientras que durante mis estudios en ICAI recuerdo que en el curso de especialidad eléctrica éramos aproximadamente un 40% mujeres, me sorprendieron en Darmstadt auditorios con 100 alumnos de los cuáles sólo cuatro eran mujeres, mujeres que al mismo tiempo eran mayoritariamente estudiantes de intercambio Erasmus de nacionalidad francesa, italiana o española.
Al volver de Darmstadt, mientras que escribía mi proyecto de fin de carrera en la Dirección de Gestión de la Energía de Iberdrola, fue cuando me di cuenta de mi interés por el sector energético y que quería desarrollar mi carrera en este campo. Desde 2011 vivo en Berlín y trabajo en el departamento de Operación del Sistema Eléctrico de la empresa 50Hertz [1], una de las cuatro operadoras del sistema eléctrico alemán, donde trabajo como experta en el desarrollo, implementación y control de calidad de los códigos europeos de red para la operación del sistema eléctrico, consecuencia del Tercer Paquete Energético lanzado por la Comisión Europea en 2009. Mi día a día supone una interesante mezcla de la ingeniería con el derecho, la política y la diplomacia entre países europeos. Tras seis años de experiencia laboral en Alemania, puedo confirmar que el reflejo de la industria es similar a la situación en las universidades técnicas. Aún recuerdo el saludo de nuestra secretaría mi primer día en la empresa 50Hertz: “¡Al fin una mujer en el equipo!”. En ese momento comprendí una de las preguntas que me hizo Recursos Humanos el día de la entrevista de trabajo: ¿cómo que me había dado por estudiar Ingeniería Industrial? En un departamento que consta de 100 personas, ello sería de esperar años atrás, pero la situación descrita resulta bastante sorprendente tratándose del año 2011. Seis años más tarde, somos seis ingenieras, de las cuales una es griega, tres son alemanas y dos somos españolas.
El hecho de disfrutar de discusiones abiertas y del contacto con compañeros/as de toda Europa en mi trabajo, me llevó en 2014 a cooperar voluntariamente con la asociación mundial de ingenieros eléctricos “Institute of Electrical and Electronics Engineers” (IEEE) [2]. En 2015 acepté el reto de liderar el grupo de Women in Engineering (WIE) de la sección alemana de IEEE. Comenzamos como una red virtual con miembros repartidos por toda Alemania y organizando debates y actividades principalmente a través de web conferencias. Finalmente, el pasado marzo una compañera y yo dimos la ponencia “Women power in power industry” en la conferencia interdisciplinar ISINA en Technische Universität Chemnitz y el pasado mayo tuvo lugar el primer encuentro a nivel nacional en Berlin. Partícipes fueron 11 mujeres ingenieras, tanto estudiantes, catedráticas de universidad como mujeres de la industria, de distintas generaciones y nacionalidades, con y sin hijos.
Esta diversidad dio lugar a un debate muy fructífero, centrándose la discusión en los siguientes aspectos:
- Situación actual de la mujer en universidades técnicas (punto de vista del estudiante y punto de vista del catedrático)
- ¿Influye el hecho de ser mujer en la carrera en empresas de naturaleza técnica y con una presencia dominante de hombres? En caso de ser así, ¿cuáles han sido las experiencias vividas hasta el día de hoy y qué soluciones pueden encontrarse al respecto?
- La situación de mujeres en el campo de la ingeniería en Alemania en comparación con otros países Europeos.
y dando origen a las siguientes conclusiones en relación a la situación de la mujer ingeniera en Alemania:
- Alemania se encuentra por debajo de la media en relación con otros países Europeos; muchas mujeres ingenieras en las empresas son extranjeras.
Fase estudiantil
- La influencia negativa se ejerce desde los inicios en la escuela, organizando actividades dirigidas a niños y a niñas por separado.
- En muchos casos, el interés por la ingeniería surge principalmente por el interés en las matemáticas y, al mismo tiempo, la búsqueda de un trabajo interesante, dinámico y con retos. También es fundamental el papel de padres y familiares desde la infancia.
- En el campo de la Ingeniería Industrial, hay mayor presencia de mujeres en la especialidad mecánica que en la especialidad eléctrica. Por el contrario, en la carrera de matemáticas, el 50% de las estudiantes son mujeres. El campo de la ingeniería eléctrica parece suponer un mayor problema. Especialmente preocupante parece la oferta de la Universidad de Jena de un estudio de ingeniería eléctrica dirigido exclusivamente a mujeres. ¡Ello es nuevamente síntoma de anormalidad de las y desintegración de la mujer en el campo de la ingeniería!
Fase laboral
- En un ámbito laboral dominado por hombres, la primera “tarea” es demostrar la competencia como ingeniera. Ya después, al ser conocida, empieza la discusión real en relación al tema técnico concerniente. Por otro lado, al haber pocas mujeres, el hecho de hacer bien el trabajo implica ser más conocida que otros compañeros, lo cual también tiene una componente positiva.
- A pesar de todo, se empieza a notar el cambio. Indicadores de ello son una mejor aceptación, la incorporación de horarios laborales flexibles o de la posibilidad del teletrabajo. Sin embargo, aún queda camino por recorrer, siendo ejemplo de ello:
- Baja por maternidad: La baja por maternidad es aplicable para mujeres durante 12 meses y para hombres, de modo voluntario, durante 2 meses. Mientras que cada vez hay más hombres optando a dicha posibilidad, en la industria hay prejuicios en relación a la baja maternal/ paternal, implicando implícitamente el dejar de poder escalar a un puesto con mayor responsabilidad.
- Teletrabajo: Muchas empresas reaccionan de forma escéptica en relación al tema teletrabajo, sobre todo en Alemania. En cambio, en los países escandinavos ello es actualmente “usual business”.
Como coordinadora de la sección alemana de IEEE WIE, he tenido la oportunidad de visitar la conferencia mundial IEEE WIE International Leadership Conference [4] que se celebra anualmente en Silicon Valley durante dos años consecutivos, 2015 y 2016. A través de los distintos talleres, debates y presentaciones organizadas durante la conferencia, los/as participantes tienen la oportunidad de sumergirse en los campos de la innovación, el empoderamiento y el liderazgo. Dicha conferencia se centra en proporcionar un desarrollo profesional innovador para las mujeres de nivel medio y alto: alrededor del 50% de los asistentes tiene más de 10 años de experiencia laboral, mientras que el 50% está representado por estudiantes y jóvenes profesionales. 43 países estuvieron representados en 2016, convirtiéndolo en un evento realmente internacional y multicultural. Sólo recuerdo a un hombre participando en la conferencia. Ante mi pregunta del porqué de su asistencia en la conferencia, respondió que era el jefe de recursos humanos de una empresa y, para poder contratar un número mayor de mujeres ingenieras, le resultaba de gran valor participar en los debates y conversaciones discutidas.
Las actividades altamente interactivas durante dicha conferencia proporcionaron la enriquecedora oportunidad de trabajo en red entre los asistentes, intercambiando muchas experiencias e impresiones durante las sesiones. Mientras que en ambas ocasiones he salido fascinada tras aquellos días en Silicon Valley, al contrastar mi opinión con compañeros del ICAI que han estudiando un MBA en Berkeley o Harvard y que ahora están trabajando en Estados Unidos, ellos me han confirmado que lo vivido en el ámbito de Silicon Valley y de la conferencia de IEEE se trata de una especie de burbuja dentro de un país en el que aún le queda mucho por recorrer para lograr equiparar la situación de la mujer al mismo nivel que la del hombre. Esta situación da para un estudio completo al respecto.
Un hecho muy interesante es el denominador común que he podido identificar en cada una de los escenarios vividos tanto en Europa como en Estados Unidos: mientras que las discusiones son de lo más interesantes y llegan a identificar los puntos clave de la situación actual de la mujer en el campo de la ingeniería, muy pocas veces se llega a elaborar un “action plan” para lograr avances reales o cambios en las situaciones que han sido identificadas. Personalmente, estoy convencida que es aquí donde el Foro ICAI Mujer puede tener un papel crucial y donde merece la pena invertir algo de tiempo y recursos.
Notas a pie de página.
[1] http://www.50hertz.com/en/
[3] “The current situation of gender equality in Germany –Country Profile, 2012, European Commission” (http://ec.europa.eu/newsroom/just/item-detail.cfm?item_id=52696#annual_reports )