Alfredo Giménez Cassina, Ingeniero del ICAI de la promoción de 1946, ha sido elegido premio Javier Benjumea en su primera edición.
El Jurado ha decidido otorgarle el premio atendiendo a su destacado papel en el ámbito de la profesión y su compromiso con el espíritu ICAI.
Fue uno de los alumnos del ICAI que tuvo que trasladarse a Lieja para continuar con sus estudios bajo la sombrilla del Instituto de Ingeniería del Gramme, ya que la Compañía de Jesús había sido expulsada de España durante el periodo de 1931 a 1939.
Años difíciles en los que los ingenieros del ICAI aprendieron y pusieron en práctica el espíritu de la Escuela inspirado en la importancia del hombre por encima del ingeniero, comprendiendo la necesidad del trabajo en equipo y del esfuerzo por encima del legítimo lucimiento personal.