Adeus ríos, adeus fontes,
adeus regatos pequenos
adeus vista dos meus ollos,
Non sei cando nos veremos.
Prados, ríos, arboredas,
Pinares que move o vento,
Paxariños piadores,
Casiña do meu contento.
Con profundo acento gallego y mucho sentimiento recitaba nuestro apreciado guía Antonio estos versos de Rosalía mientras nuestro conductor llevaba el autobús por las curvas casi imposibles de los valles de la Ribeira Sacra.
Y añadía: ¿Les ha gustado todo lo que han visto? Pues cuéntenlo cuando lleguen a su casa, aquí está Galicia, siempre esperando. Por eso lo tenemos que contar.